Cap.101. Inteligencia emocional; las virtudes del odio.

Cuadernos de Inlogika - Podcast tekijän mukaan Jose Torres Psicología

Detrás de las dificultades para no sentir demasiada ira o frustración en el día a día e inevitablemente expresarla en los lugares generalmente menos adecuados, siempre hay historias personales. Todas las historias personales son diferentes y tienen sus particularidades, pero en muchas de ellas es relativamente fácil incluso para el no experto, entender determinadas maneras de percibir la realidad aparentemente " irracionales" desde lo psicológicamente correcto ( que básicamente pretende que todos pensemos y obremos del mismo modo convirtiéndonos en alienados aparentemente felices para gusto y satisfacción económica de determinados cortes teóricos tan sectarios e ideologizados como un sistema totalitario y dictatorial, completamente alejado de la realidad y de la reflexión racional y pausada). Reflexionamos sobre la mala ostia, la tendencia a la queja, la crítica y el estilo agresivo e intolerante de resolución de conflictos ( que no son más que expresiones de una emoción contenida llamada IRA). También reflexionamos sobre las devastadoras consecuencias que puede tener sobre víctimas de contextos familiares neuróticos, egoístas y abusivos, el hecho de no conocerse lo suficiente como para detectar el origen de muchos de sus problemas, " desplazándolos " a sitios donde no deberían estar, y de los cuales otras víctimas finalmente decidirán poner punto y final a determinadas relaciones en las que puedan sentirse poco cómodas. El odio tiene un sentido constructivo, puesto que por ejemplo el racismo no pudiera haber sido erradicado sin un profundo sentimiento de desprecio hacia las personas y estructuras socio-políticas responsables de las políticas de discriminación racistas, por poner un ejemplo. Lo mismo podríamos decir de otras muchas luchas por derechos laborales, de reivindicación de la libre expresión de la orientación sexual, de género, ideologías políticas, sentimientos religiosos, etc. En definitiva, el odio a la intolerancia, el absolutismo, el autoritarismos la hipocresía, el abuso de poder o la mentira como herramienta de sometimiento de los demás, no ha traído más que a largo plazo buenas cosas para la humanidad. Al revés, cuando se ha potenciado el odio entre razas, clases sociales, géneros, diferentes orientaciones sexuales, naciones, las consecuencias han sido devastadoras para nuestra especie y para nuestra sensibilidad. Sin embargo hace muchos años que leí que el odio es el sentimiento que más une, y no si hay verdades mucho más amplias. También tiene en muchas personas el odio, la mala ostia, la ira, la rabia, la frustración y su expresión, un sentido compensatorio para garantizar su supervivencia afectiva desde edades muy tempranas, y conviene repasar y conocer para poder comprender, pues sin ese respeto necesario hacia uno mismo, es muy fácil terminar adoptando actitudes intolerantes hacia nuestros seres afectivamente más cercanos, que en definitiva, al estar atrapados por un vínculo afectivo, parecer ser que nuestro cerebro interpreta que son buenos lugares donde expresar nuestra ira y desahogarnos con la fantasía de que nunca se irán , aunque el origen esté en otra parte. Obramos de un modo injusto, pero si no somos conscientes podemos creer que adoptamos las actitudes más razonadoras y razonables posibles. Versamos y reflexionamos sobre esto y espero la horita les resulte de utilidad. Disculpen si en ocasiones me disperso en exceso, pues como saben, no leo apenas, reflexiono e improviso sobre un tema, y en ocasiones me disperso o pierdo un poco el hilo. No queda más remedio que aceptarlo como parte de mi encanto o irse a otro canal, , un abrazo y que pasen muy buen fin de semana.

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