Manipulación emocional. Victimismo y supremacismo moral.

Continuamos con este apartado fundamental para entender nuestra salud mental, pues las posiciones vitales subyugadas suelen provocar malestar clínico, sensación de vacío, y más tarde o más pronto, por agotamiento ( pues en clínica debemos entender que sufre el agredido, no el agresor, sufre el torturado, no el torturador, sufre el maltratado, no el maltratador, excepto en el caso de que pierda la posición dominante, donde sufre relativamente hasta que la recupera) síntomatología clínica relativa a trastornos de ansiedad, o trastornos del estado de ánimo, y quién sabe si en personalidades especialmente vulnerables pueda ser un disparador o facilitador para trastornos más graves. Ahondamos en el victimismo, probablemente el esquema estrella de la dominancia emocional del otro sin necesidad de usar la fuerza, por el sencillo motivo de que si no se detecta y se maneja a tiempo, inocula culpabilidad en el corazón del sometido o agredido, dejándolo con la extraña sensación de que o bien ha hecho algo para merecerse lo que le pasa, o bien es una mala persona que está consiguiendo que el otro saque lo peor de sí mismo, pudiendo incluso llegar a agredirle. Como todo este apartado, está totalmente intrincado con la lógica del poder, en ocasiones tal vez divago demasiado, y al ser audios que ya grabé hace unos meses, esta semana si tengo tiempo grabaré una conferencia de alrededor de una hora donde explicaré todo de otro modo. No es sencillo de entender, pero una vez tengamos el plano de análisis podremos entender muchas más situaciones, y además podremos comprender, porque debemos contemplar la posibilidad de hacer algo al respecto, pues el cerebro busca la agresión como explicamos en los primeros audios, y si la encuentra, debe consumir muchísima energía en poder aguantar en esa posición. Eso llevará al agotamiento más tarde o más pronto, y el agotamiento nunca trae nada buena a nivel de salud física o mental.