¿La gran estafa? Biden vuelve a trolear a los estadounidenses sobre el dinero para Ucrania

Días pasados el presidente de EEUU, Joe Biden, firmó un artículo para el periódico 'The Wall Street Journal', donde se expresa acerca de los conflictos en Oriente Medio y Ucrania, recordando a los lectores —el electorado— que tanto Tel Aviv, como Kiev, son capaces de defenderse de los ataques enemigos "con la ayuda crítica" de Washington. El pregón "Ahora no es el momento de abandonar a nuestros amigos", subrayaba Biden en el texto, al afirmar que la ayuda militar para Ucrania e Israel no significará que "vayamos a firmar cheques en blanco". "Enviaríamos equipo militar de nuestras propias reservas y luego usaríamos el dinero autorizado por el Congreso para reponer esas reservas, comprándolas a proveedores estadounidenses", reveló el mandatario. Lo que Biden no le aclara a los estadounidenses en ese artículo, es quién finalmente pagará la factura: una cosa es encausar ese dinero —que en definitiva no es más que un préstamo— a la industria armamentística de EEUU, y otra muy distinta es saber si, en el caso de Ucrania, ese país eslavo podrá devolverlo, o quién finalmente tendrá que asumir ese gigantesco gasto. "Quizás lo vamos a pagar nosotros, los ciudadanos del resto de Europa, o incluso del resto del mundo, con precios abusivos, con estos préstamos imposibles. Cuántos meses llevamos hablando desde Occidente de que hay que defender los derechos humanos, de que hay que respetar la legalidad internacional y tantas otras cosas que suenan muy bien, pero que son grandísimas trampas", sentencia al respecto el Dr. en Sociología, historiador y escritor Sergio Fernández Riquelme. "En el conflicto entre Israel y Palestina, el actor fundamental, apoyado por EEUU y por nuestras naciones [Europa], infringe los derechos humanos, lo estamos viendo con la población inocente que lo está pasando muy mal. Invade territorios que no son suyos, no respeta ninguna declaración de la ONU y además ataca territorios soberanos de un país, como en este caso es Siria, y además la Embajada de Irán, que es un territorio también soberano de ese país. Y no hay ninguna denuncia, ninguna condena, no hay prácticamente nada. A lo mejor nos demuestra que esto es una enorme trampa para esconder otros intereses", advierte Fernández Riquelme.