Nuevo presidente de Irán se reafirma en Rusia y China, mientras Occidente celebra derrota de Le Pen

Rusia es un amigo y un socio de Irán, que considera prioritario profundizar y ampliar las relaciones con Rusia y China. Así lo manifestó el nuevo presidente electo de Irán, Masud Pezeshkian. Mientras, Occidente celebra la victoria de la izquierda en Francia, al entender que Marine Le Pen sería un problema para el belicismo occidental. Las cartas sobre la mesa Masud Pezeshkian, el nuevo mandatario iraní, en conversación con Sputnik, abogó por el fortalecimiento de las relaciones con Rusia y China, la presencia activa de Irán en los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), así como el levantamiento de las sanciones. Tras referirse a un fortalecimiento de las actividades de política exterior en el conjunto de Asia en todos los niveles —bilateral, regional e internacional— "continuaremos esforzándonos por ampliar nuestra cooperación con Moscú", subrayó. Añadió que Irán se opone a las políticas unilaterales y es partidario del principio de multipolaridad. Para el analista internacional Eduardo Luque, el resultado de las elecciones en Irán "significan básicamente que la orientación del anterior presidente [Ebrahim Raisi], fallecido como todos sabemos en un accidente de helicóptero, va a permanecer prácticamente igual y en la misma dirección que ya apuntaba claramente, que es un fortalecimiento en las relaciones con los países BRICS, especialmente con Rusia, con la que se acaba de firmar un acuerdo para fortalecer incluso las relaciones militares entre los dos países". Mientras, en la segunda vuelta de las legislativas en Francia, tras la decisión de Emmanuel Macron de adelantarlas a causa del triunfo de Agrupación Nacional de Marine Le Pen en los comicios europeos del pasado 9 de junio, el Nuevo Frente Popular (NFP), que agrupa a todas las izquierdas, se llevó el gato al agua. La maniobra para dar vuelta las tornas fue sencilla: tanto el Nuevo Frente Popular como la coalición Juntos, retiraron a sus respectivos candidatos en aquellas circunscripciones en las que quedaron terceros, para aglutinar votos y hacer un frente común contra la Agrupación Nacional. Más de 200 candidatos han cumplido esta consigna y han salido de la contienda para prevenir la división de votos. Tal vez para conocer la verdadera dimensión de lo que representa para los guerreristas occidentales la victoria de la izquierda en Francia, basta con recurrir a un post que escribió en su cuenta de X el primer ministro polaco, Donald Tusk: "En París, entusiasmo, en Moscú, decepción, alivio en Kiev. Suficiente para estar contentos en Varsovia".