1413. Ritmos circadianos y alimentación.

Comiendo con María (Nutrición) - Podcast tekijän mukaan María Merino Fernández

Los ritmos circadianos son un tipo de ritmo biológico, como el ciclo de actividad-reposo, sueño-vigilia, o las diversas secreciones hormonales y enzimáticas que se producen en nuestro organismo a lo largo de 24h.Existe una estrecha relación entre el funcionamiento del sistema circadiano, la alimentación y la regulación metabólica. Podemos padecer alteraciones de los ritmos circadianos si modificamos nuestro estilo de vida, viéndose afectado nuestro metabolismo e incluso afectando a nuestro peso corporal. Algunas de esas alteraciones o desajustes circadianos más conocidos son jet-lag, trabajar por turnos horarios, el desorden horario o falta de rutinas y las restricciones de sueño. Tener bien establecidos unos horarios en la ingesta alimentaria, es decir, una regulación de ésta va a depender de factores homeostáticos, hedónicos y sociales, pero también circadianos. Es de esperar, entonces, que un patrón de alimentación-ayuno estable influya de manera positiva en una adecuada regulación circadiana y metabólica.Los ritmos circadianos pueden regular la actividad enzimática y hormonal, así como el metabolismo de nutrientes o nuestra temperatura corporal. También, la tensión o presión arterial y el ciclo sueño-vigilia y la sensación de apetito/hambre. Y no solo es capaz de regular dichas funciones, sinó que también tiene la capacidad de mantener la funcionalidad del tracto gastrointestinal, síntesis y absorción de ácidos biliares, así como regular la motilidad intestinal.Tener un patrón alimentario, es decir, una organización con las ingestas y comidas ( número de comidas que realizamos, regularidad horaria, lo que ingerimos, y el contexto en que ocurren) durante el día nos va a ayudar a mantener un buen ritmo circadiano. El patrón de alimentación en las personas es diurno y se caracteriza por la secuencia ininterrumpida de episodios de ingesta (comidas) e intervalos de ayuno. Solemos realizar 3 comidas, que vamos a llamar principales (o las más típicas podríamos decir), que son el desayuno, la comida y la cena. Se trata de un patrón que la mayoría de nosotros llevamos a cabo por ser, también, el más mantenido en el tiempo a lo largo de la historia y de las poblaciones. Los cambios en los horarios de la alimentación puede dar lugar a interrumpir el ritmo normal de la función intestinal y derivar en problemas gastrointestinales. Como he comentado al principio, algunas proteínas de nuestro organismo, encargadas de transportar nutrientes, también tienen ritmos circadianos. Por ello, podríamos realizarnos la siguiente pregunta: ¿Es mejor realizar las ingestas en unas horas determinadas del día?Lo mismo sucede con la administración de algunos fármacos, como en el caso de las estatinas (medicamento utilizado para reducir los niveles de colesterol y el riesgo cardiovascular): el uso de este fármaco se aconseja que sea de noche, ya que es cuando nuestro cuerpo va a realizar la síntesis de colesterol, y administrandolas a esa hora van a tener el máximo efecto. Hemos comentado que hay ciertas enzimas y hormonas que también siguen los ritmos circadianos. Por ejemplo la leptina y la adiponectina, son hormonas que se encargan de regular la ingesta. La concentración de leptina es mayor durante la noche y los niveles de adiponectina caen durante la noche. Los niveles de leptina también se ven influenciados por el ayuno o la ingesta, el IMC, etcétera. Como conclusión, cualquier alteración en el ritmo circadiano puede promover o ser factor de riesgo para algunas patologías metabólicas.Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.

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