Podcast 44: cuentos.
Instituto Incipia, psicología, espiritualidad, alta sensibilidad - Podcast tekijän mukaan Instituto Incipia, por Joan Contreras
Hoy es de esos temas que te hacen inspirar sin tener la necesidad de que te diga "tomamos aire”porque directamente lo tomamos, inspiramos y nos hace volar. El tema son los cuentos. Los cuentos los cuentos son realidades que viven los niños como reales, porque como decía Luis Vieira el otro día en la presentación de su libro el cerebro no es no es esto no distingue entre realidad y ficción y sobre todo las primeras etapas el cuento consiste en viajar a otras realidades a través de la descripción de la narración y el niño vive como real lo que nos explica el cuento. Hasta qué punto nosotros no hacemos exactamente lo mismo cuando estamos reportaje de televisión de culturas del mundo, estamos en una película de acción o estamos haciendo cualquier otra cosa no? Hasta qué punto los que nos intentan dar libros de psicología positiva nos están explicando cuentos para que nos los creamos. Nosotros necesitamos esos cuentos crearnos nosotros esas mismas realidades, como los niños. Cuando se explica un cuento volvemos a ser niños por un momento, vivimos la magia exactamente igual que si fuéramos niños de seis años de siete y ocho. Cuento: “El escritor y las estrellas de mar”, Jorge Bucay “Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar. Todas las mañanas temprano, paseaba por la playa para inspirarse. Un día caminando por la orilla, vio a lo lejos una figura que se movía como si estuviera bailando. Al aproximase, observó a un joven que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar. -¿Por qué estás haciendo eso? –preguntó el escritor. -¿No lo ve? –dijo el joven-. La marea está baja y el sol está brillando. Si la dejo en la arena, se secarán al sol y morirán. – Pero muchacho, hay miles de estrellas en esta playa, Tú devuelves algunas al mar pero nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas. ¿Qué sentido tiene? El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó: – Para ésta… sí tiene sentido. Aquella noche el escritor no tuvo inspiración para escribir, tampoco logró dormir bien. Por la mañana corrió a la playa, aguardó al joven y junto con él comenzó a devolver estrellas al mar.” Jorge Bucay