Jacques-Yves Cousteau – el comandante que nos mostró los océanos

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Jacques Yves Cousteau fue el inolvidable capitán del Calypso, con el cual exploró los océanos, que a muchos, este topo incluido permitió descubrir que bajo su vasta superficie había un mundo fascinante y rebosante de vida. Con su inseparable gorro rojo, de contextura delgada, la piel gastada por el viento el sol y la sal, una sonrisa franca Cousteau nos mostró a toda una generación el océano como nunca nadie lo había hecho. Jacques Cousteau exploró la vasta superficie de los océanos con la intención de estudiar las diferentes formas de vida que habitan en las profundidades, pero también para mostrarle al mundo, a través de sus documentales y libros, los secretos que escondía este mundo submarino. Con apenas cuatro años, los médicos le aconsejaron practicar natación debido a un delicado estado de salud, recomendación que despertó en él una fascinación por el agua, los mares y los océanos que perduraría a lo largo de toda su vida. A esta pasión por el medio marino, se sumaría la de filmar todo aquello que ocurría a su alrededor. Y es que, con apenas 13 años, su padre le regalaba una sencilla cámara de vídeo de la que jamás se separó y que, sin saberlo en su adolescencia, sería la herramienta que lo alzaría a la fama mundial a mediados del siglo XX. Con 20 años, Cousteau se alistó en la Academia Naval francesa, donde se graduaría como oficial de artillería. Sin embargo un accidente, en el cual se rompería los dos brazos, se encargó de truncar sus planes. A pesar de ello, lo que no cambió fue su pasión por el mar y por filmar aquello que ocurría cuando salía a bucear. En el año 1936, mientras buceaba en la costa mediterránea, tomó la decisión de embarcarse en la exploración de los océanos y así mostrar al mundo los ecosistemas que componen estas grandes superficies de agua, las cales ocupan ¾ partes de nuestro planeta. Para lograrlo, pondría manos a la obra, junto a su gran amigo, el ingeniero francés Emilie Gagnan, en el desarrollo de pulmón acuático o Acqua-Lung, un invento compuesto por una escafandra autónoma con aire comprimido que facilitaba la movilidad bajo el agua, liberando a los submarinistas del pesado traje de metal que se utilizaba en aquel entonces. Años después, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, la marina francesa decidiría contar con Cousteau y sus conocimientos sobre buceo para llevar a cabo una misión acuática basada en la desactivación de minas submarinas. Hacia 1948, y junto a un equipo de expertos, emprendía una expedición en el mar Mediterráneo en busca de un barco romano que había naufragado en el siglo I a.C. Este hecho pasaría a la historia como la primera expedición de arqueología submarina, en la que se utilizaron los más sofisticados aparatos tecnológicos de la época. Sin embargo, tan solo dos años más tarde, Jacques Cousteau decidía abandonar la marina para emprender sus propias expediciones en mares y océanos con la finalidad de acercar al mundo los secretos que albergan en el medio marino. Una vez retirado de la marina, Jacques Cousteau se encargaría de rehabilitar un antiguo barco dragaminas en la primer nave de la historia dedicada a la investigación oceanográfica., nacía así el Calypso, sin duda uno de los barcos más famosos de la historia. Durante el tiempo que estuvo en activo, el Calypso se convertiría en un icono de la investigación oceanográfica, al contar con la tecnología más innovadora de la época, ya que en el había un laboratorio móvil, vehículos de propulsión y toda una gama de mini-submarinos así como equipos de filmación capaces de captar todo lo que ocurría en los océanos del mundo. Su barco fue, junto a sus cámaras, su mayor herramienta para acercar la diversidad marina y su complejidad al mundo. En 1953, Cousteau narra en su libro El mundo del silencio sus vivencias y viajes en alta mar, marcando así el inicio de su trayectoria como divulgador científico del medio marino y que lo convertiría, años más tarde, en un referente mundial. Su primera misión fue el estudio de los corales en un archipiélago del mar Rojo. Pero lo que realmente convertiría a Cousteau en una celebridad mundial fue su serie documental El mundo submarino de Jaques Cousteau, emitida desde 1968 a 1975. En los diferentes capítulos que la componían, el capitán exploraba los mares y océanos del planeta junto a su tripulación, una obra documental que aún hoy es toda una referencia. Este topo la recuerda como “ El planeta azul “, serie que pasó en Costa Rica durante muchos años en horario de Lunes a las 8 de la noche. Además de ser uno de los mayores comunicadores de la vida de los océanos, Cousteau fue un auténtico defensor de la protección de los mares y océanos. Sus numerosas expediciones, libros y documentales le llevarían a realizar importantes contribuciones a la ciencia y, a su vez, le servirían para alertar al mundo sobre el impacto medioambiental que la acción humana tenía entonces, y sigue teniendo tiene sobre los ecosistemas marinos. Hoy nuestra máquina del tiempo nos lleva a un viaje hacia el año 1910, donde conoceremos de cerca algunos hechos de la vida de este notable explorador submarino, el cual representa para varias generaciones de científicos y biólogos ( este topo incluido ) todo un ejemplo a seguir. Música del capítulo Jean-Michel Jarre – Calypso pt 1 Jean-Michel Jarre – Calypso pt 3 Jean-Michel Jarre - Waiting for Cousteau extended version John Denver – 8 Bit Universe - Take Me Home, Country Roads - 8 Bit John Denver - Calypso

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