Barry White en las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

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Hoy intentaremos descubriros todos los rinconcitos de la vida de Barrence Eugene White Carter, más conocido por ser el que siempre se bajaba del autocar de la asociación con una sandía. El pequeño Barry nació el 12 de septiembre de 1944 en Texas, que es la Murcia de ellos, en el seno de una familia muy pobre. Negro, gordo y pobre en 1944 en Texas iba a durá menos que 1 millón de euros en la cuenta de Luis Medina, así que decidieron mudarse al guetto negro de los Ángeles, que era como la parte fina en los márgenes del crimen, allí era más robar, estafar, como si se hubieran mudao al Ayuntamiento de Madrid. Este ambiente se vio reflejado en su adolescencia, ya que a los 10 años se metió en una banda juvenil, aunque también cantaba en el coro de una iglesia Baptista porque luego le daban Phoskitos pa merendá. Cuando tenía 14 años, un día se levantó con el citrato como un cirio de bautismo y le dijo a la madre “Buenos días” con la voz de Paco Umbral después una papa gorda. Su madre, que era pianista, se puso muy contenta con la voz de Constantino Romero que se le había puesto a su shurrita e intentó, sin éxito, enseñarle las escalas, pero a las dos semanas desistió y le compró el Fifa 94. Que ya le podría haber comprao una cajita de condones, porque Barry a los 16 años ya tenía dos hijos con la “Mary”. A los 15 años fue encarcelado 2 meses por robar una caja de susos de crema; Y fue aquí, en la cárcel donde decidió cambiar de vida y de amigos al escuchar la canción de Elvis Presley “It’s Now or Never”, que en español sería algo así como “¿Los quiere de papa o de rueda?” y no volvió a comerse en su vida una ensaladita mixta. A los 19 años se casó con la Mary, tuvieron 2 hijos más y le hacían los cinturones pelando una vaca como si fuera una naranja. Y es que en esta época a Barry White ya lo habían echado dos veces del Natur Hause, que la madre no ganaba pa ponerles parches en los muslos de los pantalones cada vez que hacía el camino con la Hermandad de Utrera. En la década de los 60 grabó varios discos, mayoritariamente formando grupos y componiendo y produciendo temas que cantaban otros, aunque también componía temas instrumentales. Participó en grupos como “The Atlantics”, “The Majestics”. Su gran sueño era hacer un dueto con Dyango, pero no pudo ser. Ya en en los 70 conocería a un grupo de cantantes femeninas con las que formaría la orquesta “Love Unlimited” y entre las que se encontraba Glodean James, con la que se casaría en 1974 y tendría 4 hijos más. Porque Barry White tenías los hijos como los blister de yogures, de 4 en 4. Barry cosecharía grandes éxitos con la banda, como el que aparece en su segundo álbum en 1973, “You’re the First, the Last, my Everything”, un tema de 4 minutos 33 segundos, en los que empieza con un recitao de Lola Flores que dura como la mitad del tema susurrando piropos sexualmente explícitos como “Niña, te ví a poné mirando pa Washington” o “Me voy a bajá al mollete y no voy a dejá pa mañana ná pa tostá”. Luego ya se convierte en Plácido Domingo y empieza: ”¡Gorda! ¡Gorda!” . Barry era toda una estrella, era como si los americanos hubieran cogío a Demis Russos y lo hubieran pintao de Baltasar pa la cabalgata. Cualquier tema que compusiera se convertía en éxito e incluso sería inmortalizado apareciendo en varios capítulos de los Simpsons, que eso es pa los americanos es un orgullo, como estar imputao pa un pepero. También inspiró a los creadores de “Chef” el cocinero del colegio de South Park, proponiéndole incluso que le pusiera su voz. Barry fumaba como cuando costaba un paquete de Fortuna 150 pesetas y tenía las arterias con más pringue que la campana de un freidó, lo que le produjo algunos problemas de salud a pesar de su juventud. No sabemos por qué se acabó separando de Glodean, aunque nunca se divorció, por lo que toda su herencia fue a parar a ella y no a su última pareja, Katherine Denton, que intentó luchar por una parte de esa herencia abogando que había tenido una hija 4 semanas antes de la muerte del cantante. Lo que no dijo es que la hija era de otro. Desgraciadamente, nuestro querido Barry White murió el 4 de julio de 2003, a los 59 años, subiendo una cuesta, aunque ustedes siempre podrán recordarlo cada vez que alguien entre en la orilla echandose agüita en la nuca o alguien haga un dueto con Dyango.

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