Evita Perón en las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

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Hoy descubriremos las tramas más ocultas de la vida de María Eva Duarte Ibarguren, la Clara Campoamor de ellos pero con los broches de la Thatcher. La pequeña Eva nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos “y carpas Quitasol”. Fue hija de una de las 5 canitas al aire que echó Juan Duarte con su madre, Juana Ibarguren, con quien tuvo 4 hijos más porque al otro lado del Atlántico tener menos de 4 hijos es de cobardes. Juan mantenía a la familia de Juana, la ilegítima, en el campo y a la legítima, la formada con Estela Grisolía con otros tantos hijos, en la ciudad. Las tuvo que separar porque cada vez que se encontraban en el pescao acababan con los cuernos enreaos como dos antílopes. Y no es que el padre de Eva fuera rico sino político, de hecho fue depuesto de su cargo por malversación de fondos porque se quedó con las tierras que el gobierno también robaba a la comunidad indígena y se hizo una parcela con un contenedó y una alberca. Cuando el padre de Eva murió en un accidente de tráfico, la puerta del tanatorio parecía la boda de Lolita con tantos hijos, aunque a ellos no les dejaron entrar porque eran “hijos adulterinos” (que parece el nombre de un embarazo complicao). La familia de Eva quedó desprotegida y se mudaron a Junín donde su madre empezaría a trabajar de costurera, una de sus hermanas de maestra suplente, la otra calentado que sale y su hermano Juan de comercial de jabones, pero él también quería una parcelita y acabaría acusado de malversación como papá. Eva fue a la EGB pero estudiaba menos que Paquirrín; Lo que sí le gustaba era actuar, a ella le encantaba poné los brasito así pa´rriba pa hasé de arbolito. Ella soñaba con ser actriz para viajar a Buenos Aires, pero se echó un noviete sindicalista anarquista bolivariano que se llevó la policía precisamente a la capital para preguntarle unas cosita dándole pellisquitos de monja y ella aprovechó pa visitarlo en el calabozo y así se quitaba el antojo. A los 15 años consiguió finalmente entrar en una compañía teatral y comenzó a vivir su sueño en Buenos Aires, llegando incluso a rodar en 1944 tres películas que no las vieron ni los que cambiaban los rollos en el cine. Aún así consiguió cierto renombre llegando a presentar un programa radiofónico muy escuchado y a salir en la portada del Pronto. En enero de 1944 Eva conoce al coronel Juan Domingo Perón; Al mes ya tenía el pijama y el cepillo de dientes en su casa y un año después se casaban en una ceremonia íntima pa no tené que invitá a los cuñaos. Ese mismo 1945 a Perón le hicieron un Napoleón y lo mandaron a la isla de Martín García, que es la isla Perejil de los argentinos, destituyéndolo de la vicepresidencia del gobierno y de sus otros cargos. Entonces Eva dijo que ella quería ser como la Clinton y empezó a decirle a los trabajadores que viene el Coco y que si tenían poco, con los otros militares iban a tener menos y entonces los trabajadores cortaron el Puente Carranza y empezaron a quemar cosas en la puerta de astilleros para exigir la libertad de Perón, que parece que es la única manera que nos queda de conseguir algo. En esta época Evita Perón llevaba el roete como cuando llevas 14 horas de feria, que se ha ido bajando, y sólo te queda del peinao el engominao de arriba y los labios como si siempre estuviera chupando un drácula. Una vez liberado, Perón se presentó a las elecciones de 1946 consiguiendo un éxito rotundo y proclamándose presidente electo de Argentina diciendo en su discurso: “Es el presidente el que quiere que sean los trabajadores el presidente” y es que Perón se había preparao menos la campaña que un examen de “Comentario de Texto”. Fue Eva la que con su carisma y facilidad para llegar a los grupos más oprimidos le dejó el camino más pulío que una pista de curling. A pesar de su facilidad para llegar al pueblo, Eva nunca aceptó un cargo político, dedicándose a la organización de la rama femenina del peronismo y a labores sociales desde la Fundación Eva Perón, mantenida por donaciones que hacían por Bizum tanto los empresarios como los propios trabajadores. Eva tampoco era ajena a los problemas de fuera de Argentina y en una visita a España le dijo a Carmen Polo que su marido era un poquito dictador y que no lo habían votao ni las abuelas acompañás por las monjas. Desgraciadamente, Eva sufrió un cáncer de los que vienen pa llevarte y murió a la temprana edad de 33 años, el 26 de julio de 1952, llevándose consigo al Peronismo, derrocado 3 años después por un golpe militar y dejando en evidencia que los militares le tenían más miedo a Eva que a una madre con un babucha. Aunque ustedes siempre podrán recordarla cada vez que un niño haga en el teatro de arbolito o se llevan 14 horas en la feria.

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