Georgie Dann en Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

Zafarrancho Vilima - Podcast tekijän mukaan Zafarrancho Vilima

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Hoy, que ya llevamos unos días de primavera, invocaremos las canciones que más nos recuerdan al calorcillo del verano y a su creador, el gran Georges Meyer Dahan, más conocido por saber lo que quiere el negro. El pequeño Georges nació en invierno, el 14 de enero de 1940 en París. Su padre era trompetista de música clásica y su madre trabajaba. Ella quería apuntar al niño a catequesis, pero el padre lo apuntó al conservatorio, porque lo pagaba la madre y porque era un coñazo llevar al niño a misa los domingos. Así que ahí estaba nuestro pequeño sandunguero aprendiendo solfeo en los años 50 en el conservatorio de París. El padre estuvo 9 años llevando al niño a las 4 de tarde pa que aprendiera a tocar el clarinete, el saxofón y el acordeón. A los cumpleaños no lo invitaban, pero ¿y lo bien que tocaba el niño el saxo rodeao de gatos a la luz de la luna?. Cuando ya fue un poco más mayor, su madre le contó una historia de miedo que iba de la hipoteca, la factura de la luz y la bombona de butano. El aún joven Georgie se asustó tanto que fue a la universidad y se diplomó en magisterio, profesión que ejercería hasta que el padre de uno de los niños vio que la única actuación en la había más padres y madres delante del tablao que en la barra del AMPA pidiendo cerveza, era la de un profesor mu moreno, con el pelo del Puma y las plataformas de la Veneno. Este padre era productor de la TV francesa de mediodía y convenció a Georgie pa que fuera con la clase de 3ºB a actuar en el programa de María Teresa Campos. El éxito fue rotundo, a la mañana siguiente fueron a buscarlo tres discográficas y tuvo que dimitir como maestro. Algunas de sus canciones fueron incluidas en películas de Disney, aunque a los niños, sin embargo, no les fue tan bien y acabaron esnifando tiza picaita. Ya en esta época llevaba la camisa mu abierta pa ir dejando pelitos de recuerdo, los pantalones mu apretaitos en la zona de la selva negra y el pelo mu escardatio con mucha laca, que tenía que dormir como la geishas. En 1965, convertido en toda una estrella en su país natal, lo mandaron al Festival del Mediterráneo, que era como la OTI pero de una asociación de vecinos. El año que más países participaron fueron 10, incluyendo Mónaco que estuvieron dudando entre mandar a la princesa Estefanía o a un periquito con bronquitis. Ese año el primer premio quedó como cuando el Libi se presentaba con un cuarteto, desierto, y de hecho Georgie Dann quedó sexto porque tenía que bailar como Mocedades, de cintura pa’rriba y él se salía de cámara más que Fernando Arrabal con el Milenarismo. Y ya que estaba en Barcelona se quedó en España componiendo e interpretando canciones fresquitas de verano como “El Bimbó”. Georgie había aprendido español durante su estancia en Latinoamérica, inicialmente con un contrato de 2 semanas en México que luego iría enlazando con otros hasta los dos años, como los médicos españoles. En 1974 se instaló en Madrid donde vivía Emilia García, que tenía nombre de muchacha de pueblo que se va a la gran ciudad y trabaja de gogó para salir adelante. Pero no, Emilia no era de pueblo, era de Barcelona y el destino quiso que formara parte de las bailarinas que llevaba Georgie Dann para sus coreografías antes de que Chicho las pusiera de moda. En 1974 se casaron y Emy se convertiría en la madre de sus 3 hijos y su manager. Aquí ya Georgie Dann se viene arriba con “El negro no puede” o “La Barbacoa”, aunque en los años 90 pasaría por una crisis de publicaciones debido en parte la saturación del artista y a la aparición de nuevas figuras como Ricky Martin, Chayanne o tó los que salen en el programa de “Cachitos” de después de las campanadas, que hace dos años ponían la música que escuchaba tu mare y ahora sale la que escuchabas tú. Aún así, nuestro querido Georgie Dann fue el rey de la canción estival durante más veranos. Fue la última etapa la más durilla, viéndose obligado por primera vez a coger vacaciones en agosto en 2012, ya que sólo le salieron tres galas en fiestas patronales, que está mu bien si eres trompetista de música clásica, pero no Georgie Dann. Desgraciadamente Georgie Dann nos dejaría sin avisar el 3 de noviembre de 2021, con 81 años, aunque ustedes siempre podrán recordarlo cada vez que un médico español enganche un contrato con otro o cuando vayan a un chiringuito, a orilla de la playa, que lo tiene muy bonito y espera que tú vayas.

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