Marta Chávarri en Las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

Hoy recordaremos la vida de la única pija madrileña a la que no llamaban Cuca, la bisnieta del Conde de Romanones, el que se encargaba de hacerle al rey Alfonso XIII la pelis de tipo “Felipe IV, el Glande” o “El Emperador de Francia, Naboleón”. Hoy hablaremos de Marta Chávarri Figueroa, la sobrina de Raphael. La pequeña Marta nació en Madrid el 1 de agosto de 1960, hija de Matilde Figueroa y el diplomático Tomás Chávarri, que iba de embajada en embajada criando a la niña como a Julian Assange. En 1977 se instalan definitivamente en Madrid, porque ya le empezaron a decir al padre en las embajadas “tó lo que lompe niño, paga”. Marta era la mayor de 5 hermanos, por lo que a los 18 años cuando a su madre le da una congestión fuerte, la joven aristócrata se convierte en la cabeza de familia. Marta estudió decoración, porque totá, pa lo que iba a trabajá, como si se hubiera sacao el carnet de manipulador de alimentos. Ella se dedicaba a ir a la fiestas de la jet madrileña que es donde se conocen a los Froilanes. Sorprendentemente, no conocería a su primer marido, el marqués de Cubas, Fernando Falcó, en una fiesta sino en la oficina del Real Club del Automóvil, el cuál presidía. Marta se había sacado el carnet de conducir en EEUU y necesitaba convalidarlo, pero por lo visto no podía hacerlo como tór mundo en tráfico. El flechazo entre Marta y Fernando, 20 años mayor que ella, fue tan fuerte que se casaron el 2 de junio de 1982, convirtiéndose en la cuñada de Isabel Preysler, casada con el marqués de Griñón, al que luego dejó por Miguel Boyer. Lo bueno de esta gente es que no le da tiempo de pelearse con los cuñaos porque los van cambiando cada 7-8 años. Al año siguiente tendrían a su único hijo, Álvaro Falcó, el primo de Tamará Falcó. Yo no digo ná, pero yo veo aquí veo una edición de Trivial. Marta todavía no lo sabía pero se iba a cargar todo el entramado financiero de aquellos años 80 y 90 en los que tan fácil fue hacer más dinero a los que ya tenían dinero. Pero sigamos. Considerada la primera “it girl” por su gusto por la moda, Marta consigue auparse a la cima de la jet set cuando fue elegida Lady España, que es el Miss España pero de las Cucas y las Pitus. Su predecesora fue la Duquesa de Alba. Y no sabemos en qué momento a Marta le deja de gustar su marido y se enamora de Alberto Cortina que tenía tó la cara de un Bulldog inglés y la idea de una gran fusión bancaria para crear “Cartera Central” con el respaldo de la empresa de Fomento de Contratas y Construcciones y del dinerico de su mujer, Alicia Koplowitz, a la que le estaba poniendo unos cuernos tan gordos, que no fue ni la última en enterarse. Hasta que en febrero del 88 los paparazzi los pillan saliendo de un hotel en Viena más arreglaos de lo que entraron y con cara de gustito, como cuando empieza a hacer efecto el aerored. A las dos semanas y después de 7 años de matrimonio con Fernando Falcó, se divorcia y pierde la custodia de su hijo Álvaro, que ella era Romanones pero Falcó tenía más dinero. En esta época Marta, que hablaba y se movía como si siempre tuviera mucha prisa, llevaba la melena larga y rubia, un poncho y unas botas hasta la rodillas. Un look que puso de moda, por lo que podías ver a Marta Chávarri en dos o tres ciudades a la vez todos los días. Alicia Koplowitz mandó a Alberto Cortina un momentito al notario a firmar una cosa aquí, aquí y aquí. Lo curioso es que su hermana, Esther Koplowitz, también mandó a firmar a su marido, el primo de Alberto, Alberto. No Alberto Cortina, Alberto Alcocer comían trigo en un trigal. Y es que los dos tristes Albertos se quedaron sin la sombrita de la empresa de sus EXs y sin la fusión de “Cartera Central”. Después de la que habían liao, Alberto y Marta se casaron en 1991, pero el amor les duró menos que un coche eléctrico sin averías y a los 4 años se divorciaron, pero se hartaron de ganar dinero denunciando a tó las revistas, que de algo había que comer. En un giro inesperado de los acontecimientos, el 1er marido de Marta, Fernando Falcó, se casa con la excuñada de Alberto, Esther Koplowitz. Esto no lo vio venir ni el guionista de Cristal. Después de su divorcio, Marta se retiró de la vida pública y se dedicó a pintar bodegones, montar collages y hacer de madrina en 2022 en la boda de su hijo Álvaro con Isabell Junot, hija de Philippe Junot, uno de los romances que tuvo Marta entre marido y marido, porque Marta no le daba descanso al Puente Canal ni en Cuaresma. Desgraciadamente, un mes después de ser abuela, el 21 de julio de este 2023, Marta nos dejaba a los tempranos 62 años, aunque ella no tembló y ustedes siempre podrán recordarla cada vez que alguien reviente un entramado financiero o se produzca en sus vidas un giro inesperado de los acontecimientos.