Sid Vicious en Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

Zafarrancho Vilima - Podcast tekijän mukaan Zafarrancho Vilima

Kategoriat:

Hoy nos metemos de lleno en la vida de Simon John Ritchie, al que años después conoceríamos con el nombre artístico de Sid Vicious, porque el de Emilio el moro ya estaba cogío. Sid nació en 1957 en Londres, en el seno de una familia desestructurada y en el coseno del barrio de Lewisham, la Alameda de Hércules de ellos. Su madre dejó la escuela para apuntarse a la Real Fuerza Aérea británica, quizá con la esperanza de poder colorear el cielo con la bandera republicana en el día del Pilar de ellos. Allí conoció al que más tarde sería el padre del niño, un guardia real que también tocaba el trombón. Sin embargo la vocación musical del pequeño Sid no pudo venirle del pare porque se fue un día por tabaco y por lo que se ve no tenía intención de volver porque se dejó el trombón, un par de camisas de C&A y un llavero de UCD. Siendo un adolescente se unió a una comuna de gente que gastaba menos en champú que el Teniente Kojack y formó un dúo con un colega con el que se iba a hacer música callejera. Vamos, se iba a hacer música… Sid tocaba la pandereta y formó el grupo con el otro después de que no lo admitieran en una audición para el Coro de Campanilleros de Torreperogil. Mientras militaba en varios grupos de música se hizo fan de Sex Pistols, que ya existían antes incluso de que el bueno de Sid hubiera probado los cigarritos mentolados. Al final entró en el grupo sustituyendo al bajista Glen Matlock que se fue del grupo porque según su madre: “le salió una cosa de los suyo, una cosa más buenecita y así no tenía él que estar con el trajín de la música que eso lo mismo acaba bien, que acaba mal y como él tenía su FP terminao…” La entrada de Sid Vicious como bajista de la banda estuvo apadrinada por el cantante del grupo, Jonny Rotten, porque los otros dos miembros de la banda pensaba que estaba más loco que el que invirtió en Quiero TV. El caso es que la popularidad, la fama, el estrellato, el no pagar ni un chato de vino en la peña, todo ese glamour y esplendor se le subió a la cabeza como sube el recibo de la luz y el porecito mío se volvió carajote… suele pasar. En una gira por los Esclavos Unidos de America, el querido Sid desarrolló una fuerte adicción a la heroína, no a Supergirl, a la otra. Ahí ya, además de carajote se volvió un trapo que llevaban a hospitales y centros de rehabilitación. En ese momento consideraron meterlo en Los Marismeños para apartarlo de ese ambiente tóxico, pero pensaron que mejor no. Además el querido Sid se echó de novia a una groupie llamada Nancy Spungen con la que se daba muerdos, se metía hasta caliche por la nariz y que terminaría siendo hasta su representante. Un día ella apareció muerta en la habitación del hotel donde estaban con un cuchillo clavado en la barriga, que eso tiene que doler, TELA. En un principio él le dijo a la policía que él se la encontró ya así o lo que en español se conoce como un: “¡Que yo no he esío, ave!” Pero más tarde confesó el crimen a la policía para desmentirlo después delante del juez. Vamos que el crimen tuvo más versiones el Let it Be. Al final entró en el talego, pero no por eso, si no por tirarle una jarra de cerveza a la cara a uno. En la cárcel aprovechó para quitarse de las drogas. Pero cuando salió de la cárcel la madre hizo una fiesta en su casa para celebrarlo y en vez de ponerse ciego a sandwiches de jamón york con tranchettes y batidos Ok de fresa se metió un pico de heroína y se quedó una mijita traspuesto. Falleció el 2 de febrero de 1979 en Nueva York con sólo 21 años aunque ustedes siempre podrán recordarlo cada vez que quieran invertir en Quiero Tv o les salgo algo mejorcito, algo de lo suyo.

Visit the podcast's native language site